Análisis de contenido.

“Berelson define el análisis de contenido como una técnica de investigación capaz de facilitar una descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido manifiesto de la comunicación”.

 Ya que la investigación requiere una metodología un tanto rigurosa sobretodo si implica un contenido cuantitativo.

 “El contenido manifiesto de la comunicación constituye el objeto exclusivo sobre el que se concentra el análisis, permitiendo, de este modo, que distintos investigadores obtengan los mismos resultados (…)”.

 Y de esta forma unificar de cierta forma la investigación.

 “Dichas categorías han de ser exhaustivas, es decir, han de cubrir todas las dimensiones relevantes del concepto que se estudia, y mutuamente exclusivas, es decir, han de admitir que cada ocurrencia pertenezca a una sola categoría”.

Para poder delimitar el tema y enriquecer los puntos clave de nuestra investigación, mientras más contundente sea la información más útil resultará, ya que el universo de temas se irá concretando.

 “Protocolo de codificación, que facilita a los analistas rigurosas indicaciones acerca de cómo leer los materiales bajo observación, con el fin de garantizar la objetividad de la descripción”.

 Y no divagar, o tomar mano de juicios personales o subjetivos, que “entorpezcan” la investigación.

 “La muestra representativa, objeto específico del análisis de contenido propiamente dicho”.

 Es mucho más sencillo profundizar acerca de algo concreto, que de lo generalizado, las muestras de toda una población de “interés” mientras más particular es más útil.

 

(GRANDI Roberto, “Texto y Contexto en los Medios de Comunicación” Ed. Bosch, Barcelona, España 1995. Pág. 28-35)